martes, 26 de noviembre de 2013

Déjame ir.

No se cuando, ni como, ni donde ni el porqué. Todo ha pasado demasiado deprisa y cuando menos me lo esperaba me he dado cuenta de lo mucho que ha pasado. Camino sin saber a dónde voy, estoy perdida. No siento nada, ni el frío ni el calor, todo ha pasado a darme igual. Sonrío fingiendo ser feliz cuando por dentro me estoy haciendo pedazos. Ese maldito nudo en la garganta que nunca desaparece. Las personas que concideraba mis amigos se han ido alejando de mi con el paso del tiempo, y yo en cambio, no he hecho nada para  impedirlo; quizás solamente necesitaba integrarme más, ser como todos quieren que sea, pensar como la demás gente, hacer lo que hagan todos los demás, pero no es fácil ser como los demás quieren que seas. Me callo todo lo que pienso. Escucho las críticas de los demás y no puedo hacer nada para intentar que pare. Nadie sabe lo mucho que duele todo esto.
Todo se ha convertido en una rutina y yo solamente quiero salir de aquí, desaparecer. Por favor, déjame ir.



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