jueves, 19 de septiembre de 2013

Change my mind.

Es gracioso ver como la gente se va alejando poco a poco de ti. Me miro al espejo y ya no soy la misma de antes. Odio lo que veo, así que intento no mirar el reflejo, para no derrumbarme. Me siento sola, sin nadie con quien estar aunque sea unos mínimos segundos. Camino por los pasillos evitando las falsas miradas de preocupación. Todo es una gran mentira. Derrotada. Cansada. Apunto de explotar. Al borde de las lágrimas. Sola. Inútil. Distante. Frágil. Débil. Sin ninguna chispa de felicidad. ¿Para qué intentarlo, si al instante todo es lo mismo? Estar en el borde del abismo y pensar en qué es en lo que has fallado. No querer seguir adelante. Las altas expectativas que me proponen los demás no llegan ni a rozarme los dedos. Porque todo es demasiado grande para lo pequeña que me siento ahora mismo.




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